Origen de la Ética y su relación con la Filosofía.
Ética y filosofía cuando el ser humano empieza a buscar una explicación
racional a los fenómenos naturales que se presentan en su vida, da inicio la
filosofía como ciencia, posteriormente, cuando ya no le interesa saber el
origen de las cosas, porque ya tiene diversas teorías de todos los
presocráticos, decide estudiar el comportamiento y la conducta del individuo
para poder ejercer cambios positivos en él, dirigidos hacia la “buena vida” y
el ”bien vivir”, todo esto, logrado mediante un ejercicio de reflexión,
entonces da inicio el estudio de la ética.
Concepto de ética Es la ciencia que estudia la conducta del hombre, en
cuanto a su comportamiento sobre el bien y el mal, desde el punto de vista
moral y se ubica en el área de la Axiología. Viene del griego: ethos: y
significa conducta, costumbre Concepto de filosofía. “
La filosofía significa el estudio de la sabiduría, como perfecto
conocimiento de todas las cosas que el hombre puede conocer”. (Descartes,
Prefacio a Los principios de la filosofía). Su origen etimológico se encuentra
en las palabras: phylos: y significa amor; sophia: y significa sabiduría.
La Filosofía tiene todavía mucho que ofrecer al
mundo de hoy. De una debida comprensión de los que somos y del sentido de las
cosas que vivimos, surge una moral natural que es la misma en todos los
momentos históricos. Claro está que la Filosofía que puede llevarnos a una
elección de vida no es la que se reduce a encontrar un nuevo discurso acerca
del lenguaje. Es la Filosofía que va más allá del simple discurso académico la
que puede dar las claves de una buena elección vital. Explica el profesor del
Colegio de Francia, Pierre Hadot, que“por lo menos desde Sócrates, la opción
por un modo de vida no se localiza al final del proceso de la actividad
filosófica, como una especie de apéndice accesorio, sino por el contrario, en
su origen, en una compleja interacción entre la reacción crítica a otras
actitudes existenciales, la visión global de cierta manera de vivir y ver el
mundo, y la decisión voluntaria misma; y esta opción determina, pues, hasta
cierto punto la doctrina misma y el modo de enseñanza de esta doctrina. El
discurso filosófico se origina por tanto en una elección de vida y en una
opción existencial, y no a la inversa”*. Así, en la Grecia Clásica,
encontramos un ejemplo de cómo la Filosofía cumplió con este papel importante
de ayudar a encontrar los valores éticos para orientar de la mejor manera
posible la forma de vivir.
¿Cómo puede la Filosofía ayudar a orientarse en la vida? En primer lugar, el filósofo ama el conocimiento,
investiga en diversas fuentes cuál es la naturaleza del ser humano, qué es, qué ha venido a hacer en la vida, qué es lo natural en el hombre. Y lo natural en el hombre es, además de cubrir las necesidades básicas, desarrollar sus potencialidades: reflexión, intuición, voluntad y comprensión (de sí mismo y de sus relaciones con los demás). En segundo lugar, encontrando los valores éticos que permitan alcanzar y desarrollar estas potencialidades humanas. Por ejemplo, la pereza no permite desarrollarse como ser humano, luego es mejor no dejarse llevar en la vida por lo más cómodo; sin embargo, la voluntad como el grado máximo del querer algo, sí que permite el desarrollo de las facultades humanas. Y, en tercer lugar, habiendo descubierto la forma natural de vivir, la Filosofía posibilita la integración en la naturaleza valorando cada ser vivo en su justa medida.
El conocimiento universal y la experiencia personal son indispensables para que cada persona se oriente en el mundo y en la naturaleza. Todos los seres humanos comparten el mismo escenario: el mundo y las leyes naturales. Es necesario conocerlos lo mejor posible. Cada ser humano debe vivir según sus propias características: la propia vivencia de lo universal es inalienable y no se puede vivir imitando; se puede copiar para un examen, pero no se puede copiar en el amor.
El momento actual nos muestra los efectos de la falta de valores éticos: guerras cruentas, agotamiento de los recursos naturales, aumento de mafias y grupos de terror, desconfianza en la clase política, colectivos desamparados, falta de visión de futuro y olvido del pasado, angustia, violencia... Cada vez hay más grupos y personas que demandan una solución duradera y la esperanza va creciendo en la medida que las iniciativas progresan. Para que las soluciones no sean momentáneas, sino permanentes, es imprescindible un conocimiento profundo de la naturaleza humana y este conocimiento nos lo da la Filosofía. Y para que las soluciones no queden en un plano teórico y se puedan plasmar en lo concreto y cotidiano es necesaria la Ética.
¿Cómo puede la Filosofía ayudar a orientarse en la vida? En primer lugar, el filósofo ama el conocimiento,
investiga en diversas fuentes cuál es la naturaleza del ser humano, qué es, qué ha venido a hacer en la vida, qué es lo natural en el hombre. Y lo natural en el hombre es, además de cubrir las necesidades básicas, desarrollar sus potencialidades: reflexión, intuición, voluntad y comprensión (de sí mismo y de sus relaciones con los demás). En segundo lugar, encontrando los valores éticos que permitan alcanzar y desarrollar estas potencialidades humanas. Por ejemplo, la pereza no permite desarrollarse como ser humano, luego es mejor no dejarse llevar en la vida por lo más cómodo; sin embargo, la voluntad como el grado máximo del querer algo, sí que permite el desarrollo de las facultades humanas. Y, en tercer lugar, habiendo descubierto la forma natural de vivir, la Filosofía posibilita la integración en la naturaleza valorando cada ser vivo en su justa medida.
El conocimiento universal y la experiencia personal son indispensables para que cada persona se oriente en el mundo y en la naturaleza. Todos los seres humanos comparten el mismo escenario: el mundo y las leyes naturales. Es necesario conocerlos lo mejor posible. Cada ser humano debe vivir según sus propias características: la propia vivencia de lo universal es inalienable y no se puede vivir imitando; se puede copiar para un examen, pero no se puede copiar en el amor.
El momento actual nos muestra los efectos de la falta de valores éticos: guerras cruentas, agotamiento de los recursos naturales, aumento de mafias y grupos de terror, desconfianza en la clase política, colectivos desamparados, falta de visión de futuro y olvido del pasado, angustia, violencia... Cada vez hay más grupos y personas que demandan una solución duradera y la esperanza va creciendo en la medida que las iniciativas progresan. Para que las soluciones no sean momentáneas, sino permanentes, es imprescindible un conocimiento profundo de la naturaleza humana y este conocimiento nos lo da la Filosofía. Y para que las soluciones no queden en un plano teórico y se puedan plasmar en lo concreto y cotidiano es necesaria la Ética.
Ética y moral.
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes
significados. La ética está relacionada con el estudio fundamentado de los
valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que
la moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada
sociedad.
Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra
"ética" viene del griego ethos que significa
"forma de ser" o "carácter". La palabra "moral"
viene de la palabra latina morales, que significa "relativo a
las costumbres".
La ética es un conjunto de conocimientos
derivados de la investigación de la conducta humana al tratar de explicar las
reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica. Es una
reflexión sobre la moral.
La diferencia entre
ética y moral es que la moral se refiere al conjunto de normas y
principios que se basan en la cultura y las costumbres de determinado
grupo social, mientras que la ética es el estudio y reflexión sobre la
moral, lo que permite que un individuo pueda discernir entre lo que está
bien y lo que está mal.
Ahora
bien, desde nuestra perspectiva, ni la conducta ética ni la conducta moral
pueden tener lugar al margen de una mínima intervención filosófica (“mundana”)
destinada a establecer incesantemente las conexiones entre los comportamientos
personales éticos y morales dentro de algún sistema de fines o de valores mejor
o peor definidos, a través de los cuales puedan “reabsorberse” los conflictos
entre las normas de diversos tipos que se entrechocan invariablemente en la
vida real. En el uso ordinario del español el término “moral” supone, de algún
modo, la presión de unas normas vigentes en un grupo social dado (mores = costumbres)
como lo confirman los sintagmas: “moral burguesa”, “moral tradicional” o “moral
y buenas costumbres”; mientras que quien declara: “esto lo
he hecho por motivos éticos”, está aludiendo vagamente a un deber que supone
que ha emanado de la “propia intimidad”, de su conciencia subjetiva, y no de la
inercia y, menos aún, de alguna presión exterior. Ahora bien, si los deberes
morales fueran meramente normas sociales, no serían transcendentales; si los
deberes éticos fuesen dictados de la conciencia, tampoco serían
transcendentales a las más diversas acciones y operaciones de la persona,
porque la conciencia, si no va referida a una materia precisa, es una mera referencia
confusa, asociada a una metafísica mentalista (que podría elevar a la condición
ética la conducta inspirada por la “íntima conciencia” de un demente)
Relación de la Ética con Axiología y
Estética.
Axiología. Disciplina
filosófica que estudia los valores de las cosas.
Estética. La estética es la rama
de la filosofía que estudia la esencia y la percepción de la belleza. Algunos
autores definen a la estética de manera más amplia como el estudio de las
experiencias estéticas y los juicios estéticos en general, y no solo los
relativos a la belleza
Que hay de relación entre estas tres ramas de la
filosofía, como ya sabemos que la ética se dedica al estudio de las actos
humanos, la axiologia se centra en estudio y análisis de la naturaleza y
las funciones de los valores, y la estética esta relacionada con la
percepción de la belleza y la fealdad, entonces como se relacionan, se
podría decir que se relacionan en que las tres se fijan en los seres
humanos o ya sea a su alrededor a estudiarlos muy bien detalle por
detalle.
La relación entre ética y estética es constante a lo largo de la
historia, si bien la concreción de la misma ha tomado diversas formas y
depende, en buena medida, de las teorías del arte y de los sistemas éticos que
se manejen. El estudio de la
relación entre ambas arroja luz no sólo sobre su analogía o diferencia,
sino sobre el mismo ser de la estética y de la ética encuanto tales y su
relación con otras maneras de comprender lo real, como la política, la teología
o la biología.
Principales escuelas Éticas.
Ética de
Sócrates
Sócrates vive en la
segunda mitad del siglo V, ateniense, pertenece a una familia humilde; su
padre, Sofronisco, era escultor y su madre, Fenarete, partera. Sócrates afirma
que heredo el oficio de sus padres en cuanto que se considera un escultor de
hombres en la brusquedad de la verdad.
Sócrates no dejó
testimonios escritos, su doctrina es transmitida a la posterioridad por sus
discípulos Jenofonte y Platón. El pensamiento filosófico de Sócrates descansa
en dos divisas fundamentales, los atenienses de aquellos días no escribían
libros; fue una edad de grandes tragedias, pero no de literatura en prosa.
En el año 399 A.C
Sócrates fue acusado de impiedad y de corromper a la juventud con sus
enseñanzas; por lo cual fue condenado a beber cicuta ( planta umbelífera
venenosa parecida al perejil .
Sócrates llamó
“virtud” aquello que era común para toda la raza humana y en todas las
circunstancias, por ejemplo, la justicia, la valentía o el autocontrol. De esta
manera no sólo se opuso al relativismo de los sofistas, sino que extrajo de
todas las virtudes aquellas que hoy llamaríamos “virtudes morales”. Por esa
razón a Sócrates se le considera como el fundador de la ética.
Conócete a ti mismo y solo sé que no se nada eran los pensamientos
filosóficos de Sócrates.
Aristóteles.
La ética de
Aristóteles, es, en primer lugar, una ética de la felicidad... pero también es
una ética de la virtud ya que ésta es el medio por excelencia para alcanzar la
felicidad.
· Felicidad. La
felicidad, consiste en el ejercicio perfecto de la actividad propia del hombre.
Tal actividad no es otra que la actividad del alma que para que sea perfecta
debe ser acompañada por todas las virtudes.Hacia el final de la Ética a
Nicómaco, Aristóteles afirmará que la actividad más propia del hombre y la que
mayor felicidad le proporciona es la contemplación teórica: es
decir, la sabiduría. Así es como el empirismo ético lo lleva a una posición
ecléctica: la felicidad consiste en equilibrar virtud, contemplación y bienes
exteriores.
· Virtud. Aristóteles
se aleja del intelectualismo socrático que vincula a la virtud con el
conocimiento. Para él, la virtud será la disposición del alma, es decir, la
capacidad y la aptitud de esta para comportarse de un modo determinado:
"No basta que la acción tenga un carácter determinado para que la conducta
sea justa o buena; es preciso también que el hombre actué de un modo
determinado ante todo, que actué a sabiendas; en segundo lugar, que proceda en
razón de una decisión consiente y que prefiera esa acción por si misma;
finalmente, que actué desde una posición firme e
inquebrantable" Aristóteles, Ética a Nicómaco La virtud entonces, se
adquiere a través del ejercicio y el hábito, es
decir que para que un hombre se haga justo, es menester que practique la justicia.
Aristóteles considera que nadie se hace justo por "naturaleza"
(aunque una predisposición natural sea importante) ni tampoco resulta
suficiente la enseñanza.
· Termino
medio. Para Aristóteles, la virtud consiste en un término medio, lo
cual no significa mediocridad sino un equilibrio entre los vicios de los
extremos. El "valor" es un justo medio entre la "temeridad"
y el "miedo".
Epicuro.
Nacido en Samos (Grecia) en 341 a. C., Epicuro fundó, como también
hicieron Platón y Aristóteles, su propia escuela, El Jardín. Este espacio,
dentro de su propio hogar, fue el lugar escogido para desarrollar su filosofía,
en las reuniones y charlas que mantenía con sus seguidores y amigos. A
diferencia de lo que ocurría con otros filósofos y sus escuelas, estos amigos y
seguidores eran de toda condición: hombres, mujeres, ricos, pobres, esclavos,
etc.
Tanto la filosofía de Epicuro como su escuela fueron objeto de numerosas
críticas, principalmente por su defensa del placer como llave de la
felicidad en la vida. Esto no deja de ser curioso, pues algunos de los mayores
enemigos del epicureísmo se encontraban entre los estoicos (seguidores de la
escuela de Zenon de Citio, la Stoa, que defendía una filosofía basada en el
determinismo y una ética estricta en favor de la virtud y el alejamiento de las
pasiones), pese a que ambos, como veremos, defendían una manera de vivir
bastante similar, a pesar de hacerlo partiendo de ideas muy diferentes. La
filosofía de Epicuro, no obstante, ha sido profundamente malinterpretada y sólo
en los últimos años ha recuperado el esplendor que merece.
Una filosofía para ser feliz
Según los historiadores, Epicuro dejó a su muerte una enorme producción
literaria de más de 300 obras y tratados, pero, tristemente, apenas ha
llegado nada hasta nosotros. Hoy, tres cartas (a Heródoto, sobre
gnoseología –o epistemología, teoría del conocimiento– y física; a
Pitocles, sobre cosmología y astrología; y a Meneceo, la más famosa,
sobre ética) nos permiten conocer sus tesis fundamentales, así como apuntes
diversos sobre él, principalmente del poeta latino Lucrecio y Diógenes Laercio,
gran historiador griego que dedicó a Epicuro en exclusiva el último capítulo de
su imprescindible obra Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos
más ilustres.
Pese a que la filosofía de Epicuro engloba las principales ramas de la
filosofía, se centra en la ética, y de esta, en un aspecto
concreto: la felicidad. Cuestión básica según Epicuro, pues es la principal
motivación que persigue todo ser humano en su vida.
Existen dos factores que determinan nuestro grado de felicidad: el
placer y el dolor. El primero nos acerca a ella, mientras que el segundo nos aleja de
la misma. De este modo, Epicuro determina que la clave de una vida feliz es
conseguir acumular la mayor cantidad de placer mientras reducimos al máximo el
dolor. De hecho, esta segunda parte de la fórmula es más importante que la
primera. El requisito indispensable para una buena vida es la erradicación del
dolor.
Epicuro es, por tanto, un hedonista, sí, pero no de la manera de otros
filósofos, como por ejemplo Aristipo (que es lo que se entiende normalmente
por hedonista: un amante de los placeres corporales). El de Samos apuesta por el
placer, pero lo hace desde un punto de vista del todo racional. Los principales
placeres que hemos de perseguir no son los corporales, pues, pese a su
intensidad, son efímeros y desaparecen enseguida. Hemos de buscar antes los
placeres espirituales. Ahora bien, para escoger y saciar cualquier deseo
placentero, es necesario hacer uso de una virtud, la prudencia, pues sólo con
ella podremos disfrutar de un modo inteligente. Es gracias a la prudencia que
somos capaces de rechazar un placer que más tarde podría provocarnos dolor
(como ocurre con las adicciones).
Kant.
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La razón pura se expresa por medio de juicios analíticos y juicios sintéticos, nos dice Kant.
a) Los juicios analíticos son explicativos; el predicado está contenido en el sujeto y por lo tanto no aumentan el conocimiento. El fundamento de validez lo encontramos en el principio de identidad, es decir, que son tautologías. Ej. "El triángulo tiene tres ángulos".
b) Los juicios sintéticos, por el contrario, son extensivos y sí aumentan el conocimiento. El predicado no está contenido en el sujeto y su fundamento de validez podemos encontrarlo en el mundo empírico. Ej. "Los cuerpos son pesados". En este ejemplo, un concepto sujeto (los cuerpos), se une a un concepto predicado (pesados) mediante una cópula (son) que nos dice lo que ocurre en la experiencia.
Ahora bien, los
imperativos pueden ser de dos tipos:
a) Hipotéticos; Ej. "Si quieres aprobar el examen debes estudiar." En el ejemplo se ordena una acción para conseguir un fin posible, el cual puede o no ser deseado.
b) Categóricos; Ej. "El hombre debe ser veraz". En este último ejemplo, el imperativo ordena una acción de manera absoluta, es decir que la acción no se considera como medio, sino como un fin en sí mismo, último e incondicionado.
a) Hipotéticos; Ej. "Si quieres aprobar el examen debes estudiar." En el ejemplo se ordena una acción para conseguir un fin posible, el cual puede o no ser deseado.
b) Categóricos; Ej. "El hombre debe ser veraz". En este último ejemplo, el imperativo ordena una acción de manera absoluta, es decir que la acción no se considera como medio, sino como un fin en sí mismo, último e incondicionado.
El acto moral
Para determinar la validez de un acto moral, de acuerdo con la Ética Kantiana, debemos prestar atención a la voluntad del sujeto que lo determina y no a la acción misma. Los actos, según Kant, no son ni buenos ni malos; bueno o malo es sólo el sujeto que los realiza.
Lo que es moral o inmoral es la disposición del ánimo del agente. Un acto será moralmente bueno si el sujeto que lo realiza lo hace porque lo considera como absolutamente debido, como un fin absoluto, como imperativo categórico; por el contrario un acto es malo si se hace con el propósito de obtener alguna consecuencia favorable, si se realiza como medio o imperativo hipotético.
Lo bueno, según Kant, está en la buena voluntad regida por la ley moral. Si alguien actúa por temor y no por respeto al deber implícito en la ley moral, sus acciones no son morales. Tampoco lo serán aquellas que se realizan por accidente o como medio para obtener beneficios posteriores.
Para determinar la validez de un acto moral, de acuerdo con la Ética Kantiana, debemos prestar atención a la voluntad del sujeto que lo determina y no a la acción misma. Los actos, según Kant, no son ni buenos ni malos; bueno o malo es sólo el sujeto que los realiza.
Lo que es moral o inmoral es la disposición del ánimo del agente. Un acto será moralmente bueno si el sujeto que lo realiza lo hace porque lo considera como absolutamente debido, como un fin absoluto, como imperativo categórico; por el contrario un acto es malo si se hace con el propósito de obtener alguna consecuencia favorable, si se realiza como medio o imperativo hipotético.
Lo bueno, según Kant, está en la buena voluntad regida por la ley moral. Si alguien actúa por temor y no por respeto al deber implícito en la ley moral, sus acciones no son morales. Tampoco lo serán aquellas que se realizan por accidente o como medio para obtener beneficios posteriores.
Alejandro. J. (2017) Orígenes
de la ética. Recuperado de: https://www.monografias.com/trabajos58/origen-etica/origen-etica.shtml
TODO DEBE IR CON EL MISMO TIPO DE LETRA.
ResponderEliminarVER ORTOGRAFÍA.
VERIFICAR IMÁGENES Y COMENTARLAS.
ANEXAR MAS INFORMACIÓN DE LAS ESCUELAS ÉTICAS.
Todo esto lo tenemos que imprimir?
ResponderEliminarlo vamos imprimir todo
Eliminarextraño a mi ex
ResponderEliminarTambién yo extraño a mi ex
EliminarMuy interesante
ResponderEliminarEsta es una tarea jaja y yo haciendo la mía con esta tarea pues en conclusión estoy trabajando con lo que ya estuvo trabajado XD
ResponderEliminarYo estoy haciendo lo mismo jaja
EliminarTenemos q.imprimir todo eso
Eliminar@Unknown x2,JAJAJAJAJ 😳
ResponderEliminarx3 jaja
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarFELICIDADES MAESTRA
ResponderEliminarEl pepe
ResponderEliminarmaestra felicidades imparto la misma materia, y con este bloguer ayuda a los alumnos en su economía,por la adquisición de libros
ResponderEliminarTengo q hacer estas mamadas en prepa😍
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